Extremadura, el comienzo

miércoles, 9 de julio de 2008
Pasaban unos minutos de las siete de la tarde cuando el primero orador, con la emoción contenida, comentaba el sentido del acto y en que iba a consistir. La sala estaba prácticamente llena. La música de Lorena Mckennit envolvía a los presentes. A un lado del escenario, una mesa de profesor vacia, con un sombrero blanco coronándola y soportando el leve peso de un bastón de caminante, unos libros apilados y una pizarra que sobrevivían a la oscuridad de la sala gracias a un chorro de luz de venía de arriba. En el centro, la pantalla recogía imágenes de Jose en distintas etapas de su vida. La voz de Pouria llenó la sala con palabras sacadas de su memoria y de su corazón presentando al Jose que el conoció. Una música que parecía hecha a medida de sus palabras, modulaba su discurso. Cuando terminó, su mirada se humedeció.
Después, de alguna parte de la oscurecida sala se levantó Colomer. Sin moverse del sitio y ayudado con la luz de una linterna, puso palabras al enorme agradecimiento que hacía Jose sentía. Colomer es un muchacho que actualmente esta cursando E.S.O.
Apenas se habían apagado las palabras de Colomer cuando comenzó la proyección del primer video montaje, que recoge imágenes de su Extremadura natal, de la Vera de Cáceres, del Valle del Jerte....... y Jose. De fondo se escucha a Javier Feijoo recitar en castuo dos de sus poemas, que podeis encontrar aquí - ¡Asina! Sentimientos en castúo . Os dejamos con el video.











Continuará.......

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo conocí a Jose hace unos 25 años. Eran los comienzos de la academia, en aquel local de la Calle Diagonal y he de decir que para mí, aunque eso me obligue a reconocer lo mayor que soy ya, supone un gran honor haber sido una de sus primeras alumnas en aquella academia.

Por aquel entonces, la Física de 3º de BUP me traía de cabeza y gracias a Jose pude, no sólo aprobarla aquel año, sino disfrutar y entender aquella asignatura que se me había ‘atragantado’ y que llegué a pensar que nunca podría con ella.

He de reconocer que en cierta manera me volví "Jose-adicta": aquel profesor tan carismático que trataba a los alumnos con aquella cercanía, frescura y sentido del humor, que dominaba a la perfección las materias que impartía y para colmo, nos las hacía entender sin apenas dificultad, me transmitía mucha seguridad. Así que aun con la Física aprobada, continué en la academia de Jose hasta acabar la Selectividad. Y es que ir a sus clases era todo un placer.

Ayer en el homenaje pude comprobar por las dedicatorias que le hicieron ex –alumnos y alumnos actuales, que no cambió con el paso de los años y que siguió siendo hasta el final, aquel magnífico y entrañable profesor, que yo siempre he recordado de forma especial.

Felicito desde aquí a los organizadores del homenaje por el trabajo que están realizando. También por dar la oportunidad de mantener viva su memoria y permitirnos recordar la huella que nos dejó como persona y profesor, a todos los que tuvimos la suerte de conocerle.

Javier Feijóo dijo...

Hola:
Soy Javier Feijóo (http://castuamente.blogspot.com)
Gracias por utilizar mis poemas para poner fondo a estas entrañables imágenes. Estoy seguro de que "Jose" debió ser una muy buena persona.
Mi más juerte abrazo.-